En nuestra Catedral tenemos una réplica icono de Santa María Salus Populi Romani, que se venera en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma. Este icono, según la tradición, fue pintado por san Lucas en un trozo de madera de la mesa donde el Señor celebró la Última Cena. Es una imagen muy popular y muy venerada, a la que todos los Papas han acudido en tiempos difíciles para la religión y para la humanidad; ya en el año 593 el Papa san Gregorio Magno la procesionó por las calles de Roma hasta la Basilica de san Pedro para pedir el fin de la epidemia de la peste que asolaba la Ciudad, cosa que sucedió. El Papa Francisco es devotísimo de Santa María Salus Populi Romani y antes de emprender un viaje apostólico, va a postrarse ante la imagen de la Virgen, hecho que repite a su regreso.
La Sagrada Imagen Es la patrona de Roma y, sin duda, la advocación más querida de la ciudad, ya que la Iglesia Romana se ha sentido especialmente protegida y amparada en esta advocación, no sólo en las distintas epidemias, sino también en guerras, asedios, campañas militares…, San Pio V le encomendó la Victoria de la batalla de Lepanto en 1573. A lo largo de los mil quinientos años que hace que llegó el santo icono a la Ciudad Eterna, según la tradición, llevado por Santa Elena, Ella ha sido la protectora de Roma.
El que esta sagrada imagen estuviera en el Vaticano, en el pórtico de la Basílica de San Pedro, era una excepcionalidad, porque no se tiene memoria de la última vez que el sagrado icono salió de la Basílica de Santa María. Un hecho excepcional para un momento excepcional.
Pocas personas saben que en nuestra Santa y Apostólica Iglesia Catedral de Guadix hay una copia histórica (del siglo XVIII), de esta imagen de la Virgen, en la capilla de Nuestra Señora de Fátima. Este cuadro es un regalo de nuestro obispo, el Excmo. y Rvdmo. don Francisco Jesús Orozco Mengíbar, que lo donó como testimonio de gratitud después de su consagración episcopal. Es un lienzo de impecable factura, que representa de modo fiel la imagen del original: La Virgen sostiene en su regazo al niño, con una particularidad que la singulariza dentro del estilo de estos iconos, y a la vez humaniza la imagen, la madre sostiene al divino niño en su regazo y cruza los brazos por delante de Él. Ese cruzar los brazos es un hecho cotidiano de cualquier madre que sostiene a su hijo mientras está sentada. A esta tipología se la conoce como «hodi gitria», es decir, la que muestra el camino.
¿Por qué está imagen de la Virgen Salus Populi Romani en nuestra Catedral? La razón es sencilla, y también desconocida por la inmensa mayoría de los accitanos: nuestra Catedral está unida desde el 6 de Julio de 1862, por concesión del papa Pío IX, a la Patriarcal Basílica de Santa María la Mayor, con las mismas prerrogativas espirituales, indulgencias y gracias que la Basilica Papal posee en favor del pueblo y el Cabildo, y con la intención de que se recuperara la importancia que tiene este hecho. En la Catedral de Guadix se puede lucrar la indulgencia plenaria por todos los fieles que la visiten en las solemnidades de la Virgen, siempre que en grupo se peregrine a la Catedral con esta intención, el día 5 de agosto fiesta de la Basilica de Santa María la Mayor, y una vez al año para cada fiel el día que éste elija, para sí o sus fieles difuntos.
Esta unidad espiritual fue posible por el empeño del obispo accitano don Antonio Rafael Domínguez y Valdecañas. Este prelado asistió al concilio Vaticano I, convocado por el mismo Papa Pio IX, al que elevó súplicas y ruegos para que la Iglesia Madre de la Diócesis gozara de este privilegio singular, que sólo se concede a grandes templos marianos por historia y calidad artística.
El fascistol del coro catedralicio, destruido en la Guerra Civil, se remataba con esta imagen de Santa María Salus Populi Romani, seguramente regalo del obispo Valdecañas.
Sería un hermoso gesto de comunión con el Santo Padre Francisco que con nuestro corazón y nuestra mente, dirijamos nuestra oración a esta imagen de nuestra Catedral, para que todos juntos, por medio de María, salvación de los pueblos, pedir a la Santísima Trinidad que detenga esta pandemia que aflige a nuestra Patria y a tantas naciones de la tierra.