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“Serán momentos preciosos de apertura a lo que el Espíritu vaya diciendo”: José Francisco Serrano, vicario general de la diócesis de Guadix, sobre la Misión Diocesana

La diócesis de Guadix se dispone a celebrar una Misión Diocesana, del 15 de febrero al 3 de marzo. Las parroquias ya ultiman los preparativos para acoger a los misioneros y para vivir estos días intensos, que servirán, sin duda, para actualizar la fe. Hablamos con el vicario general, José Francisco Serrano, sobre esta Misión, lo que se espera de ella y cómo se están viviendo estos días previos

 P.- Quedan pocos días para que comience la Misión Diocesana, pero ¿qué es una Misión?

José Francisco. – «Id por todo el mundo proclamando la Buena Noticia» Mc16,15 es el envío misionero que hace Cristo. Y los envió de dos en dos a que dijeran aquello que habían visto y vivido. La Misión supone el paso de Jesucristo por la vida de nuestra diócesis, parroquias, instituciones diocesanas, vida consagrada… Es el gozo de anunciar y vivir la novedad del Evangelio. Cristo quiere hacer historia compartiendo nuestra vida, nuestras esperanzas, nuestras incertidumbres.

La Misión es aceptar el encuentro de Cristo con cada uno de nosotros, desde la sencillez y apertura de corazón, escuchando y dejándose guiar por su Espíritu; con el compromiso de hacer camino ahora; y siempre tras sus huellas, acompañados y alentados por el testimonio y la intercesión de María, San Torcuato, el Beato Manuel Medina Olmos y la nueve de testigos que nos han precedido en la fe.

Todo ello sin estridencia, sin pesimismos, sino con el deseo de colaborar con Cristo que quiere «remover las aguas» del corazón. Para ello contaremos con la presencia de aquellos misioneros, venidos de Latinoamérica, de la Congregación de Marta y María, comunidad que sirve en nuestra Casa Sacerdotal, enviados desde el día 16 de febrero al 3 de marzo. Recibir el mensaje será para aquellas personas, de buena voluntad, que quieran participar de este anuncio.

P.-Se dice que la Misión Diocesana es una respuesta a la necesidad de revitalizar la fe ¿Cómo puede hacer esto la Misión que se va a celebrar en Guadix?

José Francisco. – Nuestra fe es viva, dinamizadora, gozosa. Para el creyente, así como para el no creyente, la fe es una invitación a salir de nuestro espacio de confort, a hacer de nuestra Iglesia «una tienda de campaña». La misión es un estímulo, pues es esencia misma de la Iglesia, a superar la tentación de vivir acomodadamente la fe. La finalidad de la Iglesia es la misión, ella existe para evangelizar (Evangelii Nuntiandi, 14). Por tanto, la misión es parte constitutiva de nuestra fe.  

La fe se nos presenta como algo vivo. En nuestras vidas creemos que ya lo sabemos todo y no necesitamos actualizar nuestros contenidos espirituales. Actualizamos nuestros conocimientos con cursos de máster, hacemos cursos para nuestro trabajo, actualizamos nuestros equipos informáticos… pero cuando se refiere a la fe, nos quedamos en lo aprendido en la catequesis de comunión. El estar en contacto con los misioneros nos hará refrescar nuestro compromiso adquirido en el día de nuestro bautismo y, sin duda, serán momentos preciosos de apertura a lo que el Espíritu vaya diciendo.

P.- En las parroquias se vive ya la premisión. Hay preparados materiales, catequesis, una canción, cruces…

José Francisco. – Es un trabajo previo que ya se ha elaborado por la comisión preparatoria para esta Misión. Se han mandado a las parroquias una serie de catequesis, muy sencillas, para que vaya sonando qué es lo que se va a hacer y cuál es la finalidad. Esta Misión tiene la característica que es parroquial y, por tanto, será y se realizará, en tanto en cuanto la comunidad parroquial la reciba. Se necesitan signos visibles que manifiesten aquello que vamos haciendo. Para ello se ha creado un logo, un lema –“Caminamos con maría hacia Cristo”-  y un himno por el grupo Kerigma (Alex y Miriam). Se ha diseñado una cruz, al estilo de las cruces de nuestras misiones populares, para entregar a cada parroquia. Se han mandado junto a las catequesis, un cómic, realizado por Miguel Redondo, donde explica en poco espacio qué es la Misión y qué se pretende.

De igual manera cada párroco ya se habrá puesto de acuerdo con su comunidad parroquial para recibir a los misioneros y habrá estructurado el programa que vaya a realizar. De esos quince días, cada parroquia dispondrá de 2, 3 o 4 días para acoger a los misioneros y trabajar en sus parroquias.

P.- Tanto en la apertura como en la clausura habrá dos grandes celebraciones. Y se terminará con fiesta

José Francisco. – Eso intentamos. Recoger el testigo del «hagan lío» que dice el Papa Francisco. Queremos que sea una fiesta, que es así como entendemos la Iglesia: una comunidad que se reúne y celebra su fe. En el acto de apertura se entregará la cruz a cada parroquia. En el acto de clausura contaremos con la participación de un grupo musical puntero en la música religiosa: Unai Quirós. Sin duda será un buen broche de oro para este acontecimiento diocesano.

P.- Cabe pensar que lo mejor de la Misión Diocesana es la postmisión. ¿Habrá continuidad?

José Francisco. – Claro que sí. Será tan intensa como la comunidad que lo haya vivido quiera. Y me explico. En el momento de la misión se intenta soplar el ascua que ardía del fuego que hubo en nuestra fe. Se pondrán los elementos para revitalizar la estructura parroquial, intentar mostrar la vitalidad siempre nueva que nos marca el Espíritu.

P.- Imagino que el vicario general anima a todos a vivir estos días de misión con intensidad.

José Francisco. – Es un momento importante para la diócesis. Y cuando las cosas se hacen desde el Espíritu no dejan de sorprendernos. Así que animo a que abráis vuestro corazón a Cristo. Él sabrá poner las palabras necesarias en nuestras vidas para que lleguen directas a nuestro corazón. Serán días maravillosos que traerán muchos frutos convertidos en bienes espirituales para cada una de nuestras parroquias. Ánimo con la tarea, que, como dice el lema escogido para esta Misión, caminamos con María hacia Cristo. Que ella nos anime al encuentro con Cristo.

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Un año más, la Catedral acogerá la bendición de niños y niñas que han nacido o han sido bautizados en el último año. Será en el trascurso de una Misa en la festividad de la Presentación del Señor en el Templo, que estará presidida por el obispo de Guadix, D. Francisco Jesús Orozco. La celebración será el 2 de febrero, viernes, a las 19´00h, en la Catedral.

Se trata de un acto organizado por la delegación de Familia y Vida, que se viene realizando en los últimos años con una muy buena participación. Como en la fiesta litúrgica, en la que Jesús fue presentado en el Templo como mandaba la tradición, esos niños también serán presentados ante el Señor y recibirán la bendición. En años anteriores, además, el obispo ha regalado a cada uno de los niños presentados un escapulario bendecido para su protección, y cabe pensar que este año también será así.

La convocatoria está abierta a todos los que quieran que sean bendecidos sus hijos. Se puede comunicar desde ya la participación en el email familiayvida@diocesisdeguadix.es o en los telf. 617 387 539 y 647995512, lo que facilitará la organización del acto.

Cabe destacar que, este año, la bendición de los niños se va a realizar el mismo día de la fiesta de la Presentación del Señor en el Templo, el 2 de febrero. Entonces, el Niño Jesús fue presentado por sus padres en el templo, según la tradición judía, ahora serán esos niños y niñas los que sean presentados ante el Señor y bendecidos, para que Dios los proteja y los acompañe siempre.

Antonio Gómez

Delegado diocesano de MCS. Guadix

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Hoy, nuestro obispo presidirá la Misa de acción de gracias en la catedral a las 7 de la tarde con motivo del centenario de la aprobación pontificia de la Institución Teresiana.

Si bien, los inicios de la Institución se remontan a 1911, no sería hasta 2024 cuando el Papa Pio XI dio la aprobación pontifica, lo que facilitó la expansión de la evangelización siguiendo las directrices de San Pedro Poveda con una nueva forma de apostolado. Aunque la Institución teresiana no se fundó en Guadix, si podemos decir que aquí hunde sus raíces telúricas. No sería hasta 1946 cuando se establecen junto a la Ermita Nueva y desde esta fecha han mantenido el espíritu Povedano.

La celebración de esta tarde acogerá a todas las personas que de un modo u otro tienen un vínculo con la Institución Teresiana y que se unen para dar gracias a Dios por San pedro Poveda y por los frutos obtenidos y los que están por venir.

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Los asistentes al Concilio de Elvira, que presidió el obispo Félix de Acci (Guadix)

El Concilio de Elvira o de Iliberis (en latín: Concilium Eliberritanum) fue el primer concilio que se celebró en Hispania Bætica por la iglesia cristiana en el primer tercio del s. IV. Tuvo lugar en la ciudad de Ilíberis, la actual ciudad de Granada. Su fecha es incierta, entre el 300 y el 324. En el primer caso sería anterior a la persecución de Diocleciano y en el segundo, posterior al Edicto de Milán de Constantino. Algunos autores apuntan que fue entre el 300 al 303, antes de la persecución de Diocleciano; para otros se llevó a cabo antes del concilio de Arlés y entre el concilio de Nicea 303, 314 o 325.

Allí los obispos y presbíteros, en su mayoría de la Hispania Baetica y Carthaginensis, se reunieron a instancia de Osio de Córdoba, pero bajo la presidencia del obispo Félix de Acci (actualmente Guadix), probablemente por ser el obispo más antiguo presente, con sus puntos de vista para restaurar el orden y disciplina dentro de la Iglesia Católica, a consecuencia de este concilio salieron otros cánones que serían asociados con el concilio de Elvira.

En sus 81 cánones, todos disciplinares, se encuentra la ley eclesiástica más antigua concerniente al celibato del clero, la institución de las vírgenes consagradas, referencias al uso de imágenes, a las relaciones con paganos, judíos y herejes, y muchas otras, relativas a temas como matrimonio, bautismo, ayuno, excomunión, enterramiento, usura, vigilias, o cumplimiento de la obligación de asistir a misa. El objetivo era separar claramente al pueblo cristiano del gentil y evitar nuevas apostasías, caídas escandalosas y simuladas conversiones, con el fin de fortificarse ante el peligro de nuevas persecuciones.

Al concilio asistieron 19 obispos: Félix, Episcopus Accitanus (de Guadix); Sabino, Episcopus Spalensis (de Sevilla); Sinagio, Episcopus Evagrensis (de Cabra); Pardo, Episcopus Mentesanus (de la Guardia, Jaén); Cantonio, Episcopus Urcitamis (de Almería); Valero, Episcopus Caesaraugustanus (de Zaragoza); Melando, Episcopus Tolelanus (de Toledo); Vicencio, Episcopus Ossoboncnsis (de Ossónoba, Portugal); Suceso, Episcopus Eliocotrensis (de Lorca); Patricio, Episcopus Malacitanos (de Málaga); Osio, Episcopus Cordubensis (de Córdoba); Camerino, Episcopus Tuccitanus (de Martos); Secundino, Episcopus Castulonensis (de Cazlona, Jaén); Flavio, Episcopus Eliberitanus (de Granada); Liberio, Episcopus Emeritanus (de Mérida); Decencio, Episcopus Legionensis (de León); Januario, Episcopus Salariensis (de Úbeda); Quinciano, Episcopus Eborensis (de Évora, Portugal); Eutiquiano, Episcopus Bastitanus (de Baza).

También asistieron los siguientes presbíteros: Restituto, de Montero; Natal, de Osuna; Mauro, de Illiturgi; Lamponiano, de Cazalla; Barbuto, de Écija; Felicísimo, de Teba; León, de Ronda la Vieja; Liberal, de Lorca; Januario, de Alhaurín ; Januario, de Aguilar; Victorino, de Cabra; Tito, de Noalejo; Eucario, de Illiberis; Silvano, de Salobreña; Víctor, de Montemayor; Januario, de Urci; León, de Martos; Terrino, de Cazlona; Ligurio, de Rute; Emérito, de Vera; Eumancio, de Feria; Clemenciano, de Maquiz; Eutiquio, de Cartagena; y Juliano de Córdoba.

Imagen: catedraldegranada.com
Figura-1-Mapa-de-intensidades-en-escala-EMS-98-del-terremoto-de-Lisboa-Fuente

Informe sobre el terremoto del 1 de noviembre de 1755 en Guadix.

En cumplimiento del Orden de S. M., que V. S. I. se sirve comunicarme en carta de 8 del corriente, sobre los daños y efectos que ha causado el temblor de tierra que se experimentó el día 1º del mismo, diré que para que las Justicias de los pueblos de la comprehensión de este Corregimiento pasen a mis manos las noticias conducentes a este fin, sin omisión alguna (para que yo lo ejecute a las de V. S. I.) tengo despachado las correspondientes veredas, para su puntual observancia.

Y deseando cumplir con la mayor satisfacción por lo respectivo a esta capital, tanto por lo que me he informado de personas de buena integridad, como por lo que por mí propio observé en el expresado temblor de tierra, se notó lo siguiente:

* Día de la festividad de todos Santos, sábado 1º de este mes, siendo la hora de las diez de la mañana, se oyó un estruendo de bastante consideración, sin observación de si la causa procedía de lo interior, o exterior de la tierra y, al mismo tiempo, se empezó a advertir el movimiento de templos, torres, casas y fuentes.

* Su duración fue de ocho a nueve minutos, siendo la mitad de ellos, de mucho exceso, que fue bastante a hacer que los pilares de las fuentes arrojasen sus aguas a bastante distancia, y lo mismo las pilas de agua bendita de las Iglesias, cuyas lámparas permanecían en continuo movimiento el tiempo de media hora.

* No sucedió ruina, ni desgracia de muerte, ni herida alguna, sólo sí que muchas paredes de casas y edificios quedaron con rajas sutiles, partidos los ladrillos. Y en la torre de la Catedral de esta ciudad, por los tres costados que miran al Poniente, Norte y Levante, se han notado en el primer cuerpo de piedra sillería, diferentes sillares abiertos por cada uno de los tres costados, y en el cuerpo tercero, que es el de las campanas, sus arcos demolidos las juntas de las mezclas. Y en lo interior de la Iglesia catedral, también se han reconocido algunas rajas delgadas y sillares hendidos.

* Sin que antes del citado temblor, se hubiese experimentado señal alguna. Y las que hay, son de consideración.

Siendo la hora de las once, se experimentó en esta ciudad otro temblor de tierra, en ocasión que se hallaba su Ayuntamiento en la Santa Iglesia Catedral, en las honras que anualmente se celebran a los Señores Reyes Católicos, don Fernando y doña Isabel (de gloriosa memoria) que motivó a que ambos Cabildos, y concurso, de estas exequias, desamparasen el templo, con tanto estrépito, y sin reflexión, que del alboroto resultó la desgracia de haberse quebrado una pierna por la rodilla un religioso conventual en el de Santo Domingo de esta ciudad, y otras muchas personas atropelladas, sin lesión de consideración, creyéndose que sus efectos permanecieron como tres minutos.

Como el que, igualmente, se han observado en el intermedio de uno y otro temblor de tierra, algunos que no han admitido consideración.