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SOBRE LA FAMILIA DE LA PINTORA ACCITANA DEL SIGLO XVII, DOÑA MARIANA DE LA CUEVA BENAVIDES Y BARRADAS, por Carmen Hernández Montalbán.

Genealogía de la pintora Mariana de la Cueva.

El hallazgo de la partida de Bautismo de la pintora accitana del siglo XVII doña Mariana de la Cueva Benavides y Barradas ha sido, sin duda, un detonante que dispara nuestro interés sobre la artista, de la que se conserva una pintura en el Museo del Prado “San Francisco en meditación”. Esto nos ha impulsado a localizar más documentos, tanto en el Archivo Histórico Diocesano de Guadix como en otros archivos. Cada documento ha sido un eslabón de la cadena, aun dispersa, de datos biográficos de la pintora. Uno de ellos ha sido la partida de defunción de su padre, don Pedro de la Cueva Benavides, fallecido en Guadix en 1635. La misma, aporta datos interesantes para seguir indagando. Seguidamente hago la trascripción en ortografía actualizada para su mejor comprensión:

“En cinco días del mes de octubre de mil seiscientos treinta y cinco murió don Pedro de la Cueva, recibió todos los sacramentos, enterrose en el convento del Sr. San Francisco. Fueron a su entierro los Señores Deán y Cabildo de esta Santa Iglesia, los beneficiados de la universidad, los religiosos de los tres conventos de Guadix. Otorgó su testamento ante Domingo de Siles, mandó se le dijesen por su alma dos mil misas […]se le dijeron el día de su entierro todas las misas que se le dijeron en conventos y parroquias, tocó al Sagrario de las misas de su testamento […] quinientas misas. Dejó por sus albaceas el Padre Fray Pedro de la Cueva, su padre, mi señora doña María de Urrutia y mi señora doña Juana de Barradas. Fueron sus herederas doña Mariana de la Cueva y doña Catalina de la Cueva, sus hijas legítimas. Y lo firmé ut supra.

Lucas Pulido de Rienda.”

Inscripción de entierro de Pedro de la Cueva.

Ya en la partida, se da bastante información, que concuerda con la encontrada anteriormente; como que el abuelo de la pintora entró en religión una vez hubo enviudado de su esposa, doña Mariana de Carvajal. Ya había enviudado cuando nació la pintora,  pues en el bautismo fue su padrino y ya era religioso, por lo que esta no llegó a conocer a su abuela paterna, de la que, seguramente, heredó el nombre. Otro dato de interés es que sus herederas fueron sus hijas: Mariana (la pintora)  y Catalina (monja en el Convento de Santiago de Guadix), información que concuerda con los costados de la genealogía de la familia “De la Cueva” que se puede consultar en la Biblioteca Digital de la Real Academia de la Historia,  por lo que hay que descartar la existencia de más hermanos. También se infiere del documento: que el abuelo, Fray Pedro de la Cueva, y la madre de la pintora, sobrevivieron al padre; puesto que son  nombrados albaceas testamentarios, junto a doña María de Urrutia. Don Pedro de la Cueva debió morir joven, exactamente trece años después de su matrimonio (1622), cuando Mariana, la primogénita, tenía doce años. Era aconsejable buscar el testamento que otorgó el finado ante el escribano, Domingo de Siles y que se encuentra en el Archivo de Protocolos Notariales de Guadix, del que se solicitó copia.

Primera página del testamento de Pedro de la Cueva

Del testamento, sólo trascribiremos algunos fragmentos que aporten nueva información o que completen la ya conocida por la partida de entierro. Lo primero que encontramos es el la constatación de que la voluntad de don Pedro de la Cueva, era la de ser enterrado en el Convento del Sr. San Francisco de Guadix. Concretamente, en la capilla que la familia de María de Urrutia tenía en el convento. María de Urrutia es una de las albaceas testamentarias y además su tía. Más tarde trataremos de aclarar este parentesco:

“… Lo primero, encomiendo mi alma a Jesucristo Nuestro Señor, que la creó y redimió por su preciosa sangre y el cuerpo mando a la tierra de la que fue formado. Iten mando que cuando la voluntad de Dios Ntro. Sr. fuere la de me llevar de esta presente vida, mi cuerpo sea sepultado en la capilla que mi señora doña María de Urrutia y Velasco, mi tía,  tiene en el Convento del Sr. San Francisco de esta ciudad, a quien suplico a VM […] dé licencia para que mi cuerpo sea enterrado en la dicha su capilla…” (fol. 1).

Doña María de Urrutia, era una señora muy poderosa en la ciudad, hija de don Pedro de Urrutia y Barguén de un linaje de Navarra, esposa de don Andrés de Cárdenas y Luján, tío de don Pedro don Pedro de la cueva, pues su abuela, doña Quiteria de Benavides, era hija de doña Luisa de Luján. En el Archivo Histórico Diocesano de Guadix, podemos encontrar numerosa documentación relativa a esta poderosa familia Urrutia, fundadora de capellanías y obras pías.

Puede visitarse la capilla de la familia Urrutia en el Convento de San Francisco de Guadix, donde todavía permanece la lápida en la que puede leerse: “Esta Capilla es de don Pedro de Urrutia y Barguen…”

Interior de la iglesia de san Francisco de Guadix y lápida de acceso a la cripta de la capilla de los Urrutia.

Otra información que se extrae del testamento es la orden religiosa en la que ingresó el abuelo de Mariana de la Cueva, que no es otra que la de San Francisco. Nos preguntamos si no sería ese el motivo que llevara a la pintora a realizar una obra dedicada al santo…, habría que conocer la trayectoria de la pintura antes de su llegad al Museo del Prado.

“Iten digo y declaro que al tiempo cuando el Padre Fray Pedro de la Cueva, mi padre, entró en la religión de Ntro. Padre San Francisco otorgó su testamento por ante Andrés de Scós…” (fol. 2)

En lo relativo a las herederas de don Pedro de la cueva, deja, a sus hijas y a su mujer, que heredan a iguales partes según consta en el siguiente párrafo.

“Dejo por mis universales herederas a doña Mariana y a doña Catalina,  las dichas mis hijas y de la doña Juana de Barradas mi mujer las cuales quiero que los hayan y hereden por iguales partes.”

Aunque un poco más adelante, hace mención de su hija Mariana como la heredera de su mayorazgo, para que se cumpla la voluntad de su abuelo, también llamado don Pedro de la Cueva, de que todos los años por el día de Pascua de Navidad se den a los pobres diez ducados, como su padre y él habían cumplido:

“Iten declaro que el Sr. don Pedro de la Cueva, mi abuelo, mandó que todos los años por Pascua de Navidad, se den a pobres vergonzantes diez ducados, y el Sr. don Pedro de la Cueva, mi padre y yo lo hemos cumplido, quiero y mando y es mi voluntad y pido que con el consentimiento de doña Mariana mi hija mayor y sucesora en mi mayorazgo y a los demás que en él sucediesen que tengan cuidado que esto se cumpla con puntualidad.”

Por medio de otros documentos, como el pleito que el mismo año de su muerte, 1688, doña Mariana de la Cueva tuvo con el subdiácono D. Diego Pérez Merino, así como con el pleito que mantuvo con don Diego de la Cueva en 1662,  que formaban parte del mayorazgo los cortijos de Sillar Bajo y Monforte.

 

Cortijo de Síllar Bajo (izquierda) y Cortijo de Monforte (derecha).

En el primer pleito, hallado en el Archivo Histórico Diocesano de Guadix, Mariana pleitea con el que fue hijo del administrador de los cortijos por haber declarado menos producción de carbón de encina de la que realmente se tenía. En el segundo, hallado en el Archivo de la Real Chancillería de Granada, pleitea con su pariente Diego de la Cueva, por impedir el riego de las tierras del Cortijo de Monforte como tradicionalmente se venía haciendo en vida de sus antepasados.

De todo esto se deduce que doña Mariana de la Cueva, se encontró, siendo una niña, como la heredera de un mayorazgo extenso. Seguramente su madre, doña Juana de Barradas, tuvo que velar por los bienes de sus hijas en un principio, hasta el matrimonio de su primogénita con don Pedro Ostos de Zayas, tan sólo cuatro años después de la muerte de su Padre.

Estos son los documentos que han podido analizarse hasta el momento, estamos a la espera de otros que puedan arrojar más luz a la biografía de esta dama, especialmente sobre sus últimos años y si es posible sobre su trayectoria como pintora.

procesion espina

La Santa Espina de la Santa Apostólica y Real Catedral de Guadix

Hacía una semana que Felipe III había fallecido en Madrid, pero la noticia de la muerte del rey aún no había llegado a Guadix. Así el cabildo de la Santa Apostólica y Real Iglesia Catedral de Guadix organizaba una procesión por la salud del monarca, llevando la reliquia de la Santa Espina hasta el convento de San Agustín. Eran los primeros días de abril de 1621.

Vista del interior (izquierda) y de la fachada principal de la iglesia de San Agustín.

La Santa Apostólica y Real Catedral de Guadix tiene una reliquia de una Sagrada Espina de la corona del Nazareno que fue donada el 4 de Abril de 1609 por el que era obispo de la diócesis D. Juan Orozco y Covarrubias (1606-1610). El documento de donación fue redactado ante el Dr. D. Francisco Murga, secretario del Cabildo, siendo testigos el Dr. D. Diego de Santa Cruz y Saavedra, chantre, el Ldo. Diego de Covarrubias y el Bachiller Baltasar Cobos, racionero.

En este documento el obispo cuenta cómo llegó a poseer esta reliquia y además daba datos fidedignos para afirmar que sin ningún género de dudas era “de la corona con que Nuestro. Señor Jesucristo fue coronado en su pasión”. El obispo trajo las reliquias de un convento de monjas, situado en Italia.  Juan de Orozco y Covarrubias halló la espina y otro día sin que lo viese otra persona más que la abadesa del convento la tomó para sí y la guardó y esta espina la ha traído el obispo siempre consigo por mar y por tierra donde se ha visto en grandes peligros y de todos piadosamente cree que lo ha librado Dios por la santa reliquia y esta es la que entrega y dona. La reliquia está guarnecida en un cristal cuadrado con cuatro pilares y el asiento de plata sobredorada para que sea venerada, poniéndose en su capilla (se refiere a una capilla de la catedral en la que él deseaba ser enterrado).

Santa Espina donada por el obispo don Juan de Orozco y Covarrubias

E l obispo Juan de Orozco y Covarrubias, quien construyo el palacio episcopal, donó a la Santa Apostólica y Real Iglesia Catedral otras muchas reliquias cuyos documentos de autenticidad se conservan en su Archivo. Durante la Guerra Civil (1936-1939) fueron profanadas, sin embargo, la reliquia de la Sagrada Espina fue encontrada al finalizar la guerra en los sótanos del Palacio Episcopal por D. Antonio Marruecos, capellán del obispo D. Rafael Álvarez Lara. Estaba fuera de su relicario, pero en lugar que se pudo apreciar y ver bien, siendo reconocida por el deán D. Juan López, el maestrescuela D. José Mínguez Jiménez y el canónigo D. Gabriel Martínez Labella (estos tres miembros del Cabildo la reconocieron, porque antes de la guerra también formaban parte del mismo y conocían esta reliquia). Actualmente se conserva en un relicario donado por el obispo D. Rafael Álvarez Lara.

 

Relicario y reliquia de la Santa Espina de la corona de Jesucristo

 

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300 años del inicio del pontificado de don Felipe de los Tueros

 

Este año se cumplen 300 años del inicio del pontificado de don Felipe de los Tueros y Huerta, Valle de Trucios (Vizcaya), 16 de marzo de 1675 – Granada, 12 de septiembre de 1751. Doctor en Filosofía y en Leyes, abogado, auditor de la Nunciatura, obispo de Guadix y arzobispo de Granada.

De noble familia, los Tueros, hijo de don Francisco de los Tueros y de doña Antonia de Ocharán. Estudió con brillantez en la Universidad de Salamanca y en la de Valladolid, doctorándose en Filosofía y en Jurisprudencia civil y recibiendo el título de abogado. Fue cura del Salvador, en Madrid, y auditor bastantes años de la Nunciatura Apostólica en Madrid. Vacante el obispado de Guadix fue presentado para el mismo, por el rey Felipe V, el 3 de febrero de 1721, cuando tenía 45 años. Aparte de sus méritos propios, es claro que llegó al episcopado por sus relaciones e influencia de la Nunciatura, como lo prueba el hecho, algo excepcional, de que fuera el propio nuncio apostólico quien lo consagrara obispo. Recibidas las bulas extendidas por el santo padre Clemente XI, fue consagrado en Madrid, el domingo 4 de mayo de 1721, en la iglesia de San Salvador, de manos del nuncio apostólico Alejandro Aldobrandini, que era arzobispo titular de Rodas, asistido por el obispo de Ciudad Rodrigo don Gregorio Téllez, franciscano, y por don Dionisio Mellado Eguiluz, obispo titular de Lares y auxiliar de Toledo.

Había tomado posesión por poderes el 12 de abril de 1721. Rigió la diócesis accitana hasta principios del año 1734, sin ningún problema con sus diocesanos; por el contrario, parece que fue muy respetado y admirado. En su episcopado se completó la Catedral de Guadix, por medio del arquitecto Gaspar Cayón, uniéndose “la obra vieja” con “la obra nueva”, es decir, la estructura gótica con la renacentista barroca.

Presentado por el mismo rey Felipe V, el 20 de enero de 1734 fue nombrado por el papa Clemente XII para el arzobispado de Granada, dándole el palio arzobispal el mismo día. Tomó posesión de la archidiócesis el 18 de marzo siguiente e hizo su entrada solemne en fecha no concretada, pero antes del 27 del mismo mes.

En 1740 recogió en el Hospital de San Juan de Dios más de trescientos mendigos, muchos enfermos “por haber comido yerbas”, momento en el que llegó a estallar un motín por el alto precio del trigo. Al hambre de 1751 se unió una epidemia, causante de muchas muertes incluida la del mismo arzobispo que falleció en septiembre.

Escudo arzobispal de don Felipe de los Tueros

 

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El cuerpo de bomberos celebró a su patrón en la SAI Catedral.

El pasado, 8 de marzo, fiesta de san Juan de Dios, apóstol de los enfermos y los pobres, y patrón del cuerpo de bomberos; los bomberos de Guadix han celebrado la festividad de su patrón en la Santa, Apostólica y Real Iglesia Catedral de Guadix. La Eucaristía ha estado presidida por su excelencia Reverendísima Monseñor don Francisco Jesús Orozco Mengíbar y concelebrada por el Excmo. Cabildo Catedral. El Señor Obispo ha acogido a las puertas del templo catedralicio, con mucha cordialidad y cercanía, al los bomberos accitanos y autoridades locales que les acompañaban, encabezadas por el Ilmo. Sr. Alcalde de la Ciudad don Jesús Lorente.
En la Homilía, don Francisco Jesús ha destacado la figura de san Juan de Dios, modelo de servicio y de valores para el bien común, valores que son también hoy, después de cinco siglos, referente para el cuerpo de bomberos. Ha recordado a las familias de los bomberos y les ha asegurado su oración. De igual modo, ha destacado la importante labor que desarrollan los distintos estamentos de la sociedad, políticos, fuerzas de seguridad y orden público, bomberos, protección civil, sacerdotes, religiosos y religiosas en este año de pandemia de la Covid – 19, y ha agradecido, en nombre de la Iglesia, la entrega y generosidad de todos.
Al finalizar la santa misa, Monseñor Francisco Jesús se ha acercado a despedir a los asistentes, teniendo para todos palabras de ánimo y aliento para seguir desarrollando esta labor, tan importante, al servicio de la sociedad de Guadix y comarca.

 

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Aniversario del nacimiento de Pedro Antonio de Alarcón.

Un día como Hoy, 10 de marzo, pero de 1833, nacía en Guadix uno de sus accitanos más ilustres, y fue bautizado el El Sagrario de la SAI Catedral de Guadix.

Inscripción de Bautismo en El Sagrario de la SAI Catedral de Guadix

Partida de Bautismo.

Nota marginal: Pedro Antonio hijo de Don Pedro Alarcón y de Doña Joaquina Ariza.

Inscripción Literal: En la Parroquial del Sagrario de esta Santa Iglesia Catedral de la Ciudad de Guadix: en trece de marzo de mil ochocientos treinta y tres. Yo don Francisco de Casas cura de dicho Sagrario bauticé solemnemente a un niño que nació el día 10 de dicho mes y año como a las ocho y cuarto de la mañana y le puse por nombre Pedro Antonio Joaquín Melitón, hijo legítimo de don Pedro Alarcón y Carillo y de doña Joaquina Ariza, naturales de esta ciudad; desposados y velados en la parroquia del Señor San Miguel; fue su padrino don José Duarte y Alarcón al que advertí de las obligaciones y del parentesco espiritual que había contraído; siendo testigos don Fernando del Camino Torcuato Oñate y para que conste lo firmo. Don Francisco de Casas.

Breve biografía:

Pedo Antonio de Alarcón Nació en Guadix, Granada (España) en 1833. Hizo su Bachillerato en Granada, y luego comenzó la Carrera de Leyes, que no continuó por problemas económicos. Ingresó en el Seminario, pero también lo abandonó por falta de vocación.

Se dedicó luego al periodismo y la literatura. Perteneció al realismo español en literatura, con un estilo narrativo ameno, revitalizando la narrativa costumbrista. Escribió varias crónicas de viajes, cuentos, memorias, y sus obras más conocidas son las novelas:

«El Capitán Veneno», «El Escándalo», «El sombrero de tres picos» y «El niño de la bola».

Contrajo matrimonio, en 1866 con Paulina Contreras Rodríguez. Fue soldado en la Guerra del África, en la que demostró su valor. Plasmó estas vivencias en «Diario de un testigo de la Guerra de África» (1859). Fue este libro muy apreciado y leído en su tiempo por su viva y prolija descripción de la vida militar, y sus reimpresiones terminaron por rendirle una auténtica fortuna y una celebridad no pequeña.

Regresó a su tierra, y fue Diputado por Guadix en las Cortes, posteriormente Consejero de Estado, y más tarde fue Miembro de la Academia Española, en 1877. Falleció en 1891 en Madrid

Guadix

Guadix es el municipio más popular de la provincia de Granada

La plataforma Musement, dedicada a la reserva de actividades turísticas, ha realizado un estudio a partir de las búsquedas en Google, relacionadas con los municipios españoles de menos de 20.000 habitantes, franja en que se encuentra Guadix.

Los autores han realizado el estudio a partir de la de la búsqueda “que ver en…” seguido de la localidad. En la provincia de Granada, el municipio con mayor número de resultados es Guadix, por lo que el estudio afirma que es el lugar más famoso de la provincia granadina. La compañía considera que estos datos son un buen indicador de expansión del turismo en la zona.

Guadix ofrece gran variedad y alternativas turísticas al margen de la capital de la provincia. Es un lugar con gran historia milenaria. Fundada por Julio César, es la primera sede episcopal de la península Ibérica de la mano de San Torcuato.

Fachada principal de la SAI Catedral

Guadix es único por sus cuevas y por su catedral. La catedral de la Encarnación construida entre los siglos XVI y XVIII, agrupa gran variedad de estilos arquitectónicos que abarcan desde el gótico hasta el barroco. En el interior tenemos la única réplica de la Piedad de Miguel Ángel, a escala 1:1, certificada por la autoridad vaticana. El coro de la Catedral de Guadix, sin duda alguna, como conjunto de sillería y escultura es la obra maestra de Ruiz del Peral. A demás tenemos grandes esculturas del mencionado Torcuato Ruiz del Peral, José Mora, Antonio Castillo Lastrucci, y Amadeo Ruiz Olmos, entre otros, que podemos ver en el museo catedralicio. La torre-campanario de la catedral accitana, cuenta con la casa del campanero, lugar donde podemos contemplar cómo vivía un campanero en el siglo XIX y el campanario con su balcón colgante perimetral, desde donde podemos ver toda la hoya de Guadix y admirar el famoso barrio de las cuevas.

Guadix es considerada la Capital Europea de las Cuevas con más de 2.000 habitadas. Barrio que surge como núcleo urbano desde el siglo XVI y que tuvo gran expansión en el siglo XIX. La principal característica de estas viviendas es que tienen una temperatura media que oscila entre los 18º y 20º durante todo el año. Las calles de este popular barrio tienen un trazado irregular marcado por las directrices de las montañas que forman el paisaje del barrio.

Panorámica del barrio de las cuevas desde el mirador del «Cerro de la Bala».

 

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Devoción a San Torcuato.

San Torcuato.

San Torcuato fue uno de los varones apostólicos discípulos directos del apóstol Santiago. Según la tradición jacobea, junto con Segundo, Indalecio, Tesifonte, Eufrasio, Cecilio y Hesiquio, forman los nueve Varones Apostólicos y fueron designados por San Pablo y San Pedro para evangelizar España. San Torcuato, el más anciano de los siete, guiaba a sus hermanos por tierras hispánicas, cuando en las cercanías de Acci, se detuvieron a descansar. Mientras este pueblo rendía culto a Júpiter, Mercurio y Juno, sus habitantes se percataron de que ninguno de los siete festejaba a sus ídolos y entonces se rebelaron contra ellos. En medio de la persecución, los siete varones cruzan el río Fardes y, cuando sus perseguidores están en medio del puente romano, este se derrumba. En ese momento, por mediación de una hacendada senatrix romana, llamada Luparia, que con el tiempo se convertirá en santa, son acogidos con respeto y Guadix queda ya cristianizada. Sin embargo, San Torcuato decide quedarse en Guadix. Poco después es martirizado en Face-retama. En el lugar, donde hoy se encuentra una ermita y muy cerca un olivo, del que se dice que es retoño del plantado por el santo, cuyas aceitunas y hojas son milagrosas. San Torcuato durante siglos fue venerado en Guadix, pero en tiempos de Abderramán, hacia, y ante el peligro de la invasión musulmana, fue trasladado a la iglesia de Santa Comba donde permaneció hasta que fue reubicado en el monasterio de San Salvador de Celanova, en Orense y desde esta época hasta la actualidad reposan allí sus sagradas reliquias.

La iconografía de San Torcuato en el museo de la Catedral de Guadix.

La Cátedra de Guadix, tiene su origen en la predicación, de San Torcuato, el primero de los Siete Varones Apostólicos, que según sólida y antigua tradición, fueron discípulos del Apóstol Santiago, y después enviados por San Pedro y San Pablo a evangelizar Hispania.

Esta evangelización, tuvo como centro y eje, la antigua colonia romana Julia Gemella Acci, nuestra Guadix actual. Guadix, ha defendido siempre ser la primera diócesis de España, y su Iglesia Catedral, luce como mayor honor y gloria, el título de Apostólica. Es lógico que la que es cátedra de San Torcuato, albergue, tanto en talla como en pintura, la iconografía del Santo Varón Apostólico. En la fachada principal de la Catedral encontramos su imagen, obra contemporánea en mármol de Macael, de María Ángeles Lázaro Guil. En la Fachada de San Torcuato se conserva, una imagen en piedra del siglo XVI. En el interior del templo encontramos la imagen tallada de Torcuato Ruiz del Peral, que corona la silla episcopal del coro y en la capilla de San Torcuato, la imagen central del retablo, obra de Castillo Lastruci, y el bautismo de Santa Luparia del ático del retablo, posiblemente, de Francisco Moreno.

En la sala segunda del museo de la Catedral, se recrea la historia de la Iglesia de Guadix, de ahí que este apartado se llama memoria. Arranca con dos magníficos cuadros de Pedro y Pablo, recordando que fueron estos los que enviaron a nuestro glorioso patrón a predicar el Evangelio de Cristo a la Hispania Romana. A continuación, se encuentra la piedra angular de la evangelización que es el hecho en sí del bautismo, representado en un lienzo del siglo XVIII que recoge el momento exacto en el que nuestro glorioso patrón derrama las aguas bautismales sobre Luparia, la Primera de la Accitania que abrazó la fe de Jesucristo. Por tanto, podíamos decir que este cuadro es fedatario del nacimiento de la Iglesia en Guadix, porque la Iglesia comienza cuando la fe es acogida y se recibe la gracia del Santo Bautismo. Todas las figuras se inscriben en una diagonal tan agosto del barroco a la izquierda se encuentra el Santo Varón vestido de pontifical en un retrato idealizado y junto a él los ministros que le ayudan en la celebración del bautismo. Estos son verdaderos retratos de personajes del momento, las caras redondas, algo rechonchas. Buscan dotar a la representación de realidad temporal. Santa Luparia, arrodillada junto a la pila bautismal, a modo de corte y para hacer resaltar la nobleza de la misma y su posición social, además de su santidad, no solamente se idealiza su rostro en correspondencia con el de San Torcuato, sino que entre las damas que le acompañan, se encuentra también una mujer de raza negra, ¿Representa quizás, a una esclava, o simboliza la universalidad de la fe cristiana? Es curioso en este cuadro, la jarra de pico español, con la que San Torcuato, vierte el agua que chisporrotea sobre la cabeza de Santa Luparia. Como signo sacramental de la fe, tampoco falta el cirio encendido ni la cruz que sostienen en sus manos los acólitos. El lienzo deja trasparentar, o bien las huellas de varios pentimentos o bien que el lienzo ha sido reutilizado. Se trata de una buena pintura con calidad, tanto en el dibujo, como en la técnica y la composición. La misma es deudora de iconografías anteriores en las que se recoge el mismo hecho, como muestra el estandarte de San Torcuato. Magnífico bordado en sedas, oro y plata; que recoge también el momento del bautismo de Santa Luparia. Sin ninguna duda la mejor obra de arte y la más antigua que la catedral conserva con esta iconografía.

También se exponen dos imágenes de bulto redondo, de tamaño algo menor que el académico. La primera es una obra en leño, en la que se representa al santo vestido de pontifical, con mitra, báculo, y guantes. Es un obispo joven, imberbe; curiosamente en la estatuaria de bulto redondo siempre se le representa sin barba, mientras que en la iconografía del Bautismo de Santa Luparia se le representa con la majestad de un anciano con una barba blanca que le dota de un carácter venerable. Esta obra fue regalo del pintor Julio Visconti al obispo Don Ginés García Beltrán, que a su vez la regaló al museo catedralicio.

La siguiente escultura de características similares en el tipo iconográfico, pero de mejor calidad artística, llegó a la catedral el pasado mes de marzo, como regalo de las monjas clarisas de Guadix. Se trata de una imagen tallada en piedra caliza policromada, cómo la anterior, viste los ornamentos pontificales. Al parecer esta imagen pudo ser repolicromada después de la Guarra Civil y seguramente de inspiración de la imagen patronal del  templo catedralicio, ya que las similitudes del rostro imberbe son más que evidentes; se ahí que esta imagen se haya colocado, regalo de Don Manuel Amezcua, una fotografía de 1834, para que el visitante pueda comparar esta imagen con la que existía en el retablo mayor de la capilla de San Torcuato. Todas las imágenes descritas hasta ahora son de autor anónimo. También alberga el museo una terracota del canónigo don Jesús Campaña Hernández. Gran maestro en el modelado del barro, que caracterizaba de manera singular, a los personajes más típicos de la ciudad de Guadix.

La última obra en reseñar es el modelo en bronce fundido del que será el monumento que la ciudad de Guadix, representada por la plataforma promonumento a San Torcuato, levantará a su patrón próximamente. Obra del accitano Joaquín Torcuato Leyva Navarrete. Se trata de una escultura de gran fuerza emocional, que recoge el momento, en el que san Torcuato, apoyando su pie derecho en un sillar romano en el que está escrito el nombre de la colonia, con la izquierda clava la cruz, a la vez que con la mano derecha la señala.

La Catedral de Guadix reabrirá sus puertas el 1 de julio

Después de tres meses cerrada al turismo, la Catedral de Guadix reabre sus puertas para reencontrarse con el público.

Las visitas turísticas se retomarán el día 1 de julio en el marco de la campaña #YoApoyoTurismoNacional, a la que se han unido decenas de monumentos en toda España, y cuyo fin es animar a los usuarios a apostar por destinos turísticos nacionales, no sólo para descubrir la belleza y patrimonio que ofrece el territorio nacional, sino para apoyar el sector, gran motor económico de nuestro país, y favorecer su recuperación tras esta crisis sin precedentes.

Asimismo, la Catedral garantizará el cumplimiento de las medidas de seguridad y sanitarias, por lo que recomendamos la compra de entradas a través de nuestra web para evitar colas y esperas.

Además de los requisitos generales de seguridad, tales como el uso de mascarillas, gel hidroalcohólico o el mantenimiento de la distancia de seguridad, la Catedral de Guadix ha tomado medidas como la desinfección del dispositivo de audioguía tras su uso para garantizar la seguridad de todos los usuarios.

Si tiene cualquier duda, contacte con nosotros en el email indicado en nuestra web. No pierda la oportunidad de vivir un momento histórico con la Catedral de Guadix y apueste por el turismo nacional.

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Horarios visitas navidad

Recordamos que los días 24 y 31 de diciembre , las visitas sólo serán posibles de realizar por la mañana de 10:30 a 14:00 horas.

Los días 25 de diciembre y 1 de Enero las visitas permanecen cerradas durante toda la jornada.

Con nuestros mejores deseos:, tengan tod@s ustedes unas Felices Fiestas y un próspero año nuevo.

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Horarios visita turística Catedral de Guadix días 7 y 8 de diciembre 2019

Debido a motivos de culto las visitas a la catedral de Guadix , torre campanario y exposición tendrán este horario en los siguientes días:

Día 7  y 8 de diciembre: Las visitas  tendrá lugar  desde las 13:00 horas a las 20:00 horas de manera ininterrumpida.

Será posible visitar todo el complejo una vez finalicen los cultos.

El sábado 7 la catedral finaliza las visitas en torno a las 18:00 horas,  no obstante  se podrá seguir disfrutando de las visitas nocturnas a la torre, del museo catedral , así como de la tienda de nacimientos y belenes.

Comentar que hay una nueva oportunidad para visitar la torre con nocturnidad los días 7 y 8 de diciembre.

Rogamos comprensión,  disculpen las molestias ocasionadas.